La bio-matematica, mierda y petróleo (vida, tierra, agua y poder)

Hacer cálculos matemáticos para ganar de una u otra forma en el medio rural, dejo de ser una rutina, la misma a los pocos ha ido desapareciendo, de la misma forma que ha ido desapareciendo el sentido común de las cosas o la forma común para actuar. Hoy en el medio de los productores agro-dependientes de los insumos de la industria, surge la rutina de la matemática lineal impositiva, donde siempre los que ganan son las multinacionales de los venenos y fertilizantes; en esa lógica, es creada de forma hábil la matemática de la dependencia, donde nos han hecho creer, que siempre hay que estar comprando algún insumo para poder producir, o que siempre hay que colocarle algo procesado de forma industrial a la tierra para poder cosechar una alimentación sana y con dignidad. Cuando preparamos con los campesinos en América Latina los biopreparado a base de mierda de vaca fermentada o no, estamos reconstruyendo el biopoder en las manos de campesinos y campesinas; pues la bio revolución con ellos y ellas, comienza con el arte de hacer sus propios abonos fermentados con la tierra, la microbiología, el agua, la mierda y el poder de su creatividad. Es el reinvento de la matemática para la independencia, no para tomar por asalto al más inocente campesino como lo hacen muchos agrónomos (no todos) usureros adiestrados por las universidades para vender venenos al servicio de la industria. Los cálculos matemáticos que aquí proponemos, tienen otra lógica, y se aplican considerando otras ventajas incalculables que la mierda de vaca aporta, cuando se transforma en biofertilizante para llevarlo a la tierra por medio de su aplicación en los cultivos. Sin embargo, en esta introducción donde le rendimos un homenaje a la mierda de vaca, nos limitaremos hacer solamente algunos cálculos, sin considerar por un momento, sus externalidades u otras ventajas tangibles y cualitativas, que los mismos aportan para el mantenimiento de la vida en la tierra, cuando no se aplican venenos sobre ella. Manos en la mierda y matemática para tierra, es el verdadero binomio para el rescate de la economía campesina. Cálculos de la economía que puede representar la mierda de vaca en las manos de un campesino o productor en el medio de sus cultivos: Tomando como ejemplo una vaca de 500 kilos de peso vivo aproximados, sin temor a equivocarnos, fácilmente ese animal en un día puede cagar y orinar aproximadamente 40 kilos. (Más o menos 8% del total de su peso vivo). Calculando: 40 kilos x 365 días/año=14.400 kilos de mierda y orina. (14,4 toneladas). Si solamente aprovecháramos el 27,84% de ese material, equivalente a 4.000 kilos de mierda fresca; con ese volumen podemos preparar la cantidad de 200 recipientes con biofertilizante. 4.000 kilos de mierda divido entre 40 kilos de mierda por cada recipiente, nos arroja un resultado de 100 recipientes fermentando con mierda. 100 recipientes fermentando con mierda X 200 litros de fermento =20.000 litros de biofertilizante listos para llevar al campo, después de 30 a 45 días de proceso. Si estandarizamos las aplicaciones del biofertilizante a un 4%, nos da como resultado, la preparación de 5.000 porciones de mierda fermentada para ser aplicadas en los cultivos, si lo aplicáramos en la proporción de 50 porciones por hectárea/año, estaríamos en la capacidad de hacer el tratamiento de 100 hectáreas/año con la producción media de mierda que una vaca produce en un año. Otra manera de hacer los cálculos es la siguiente: 20.000 litros de biofertilizantes disponibles divididos por aplicaciones de 20 litros por hectárea, por 10 aplicaciones al año=200 litros/año/hectárea, total del rendimiento, nuevamente 100 hectáreas tratadas. Digamos que seamos pésimos recolectores de mierda, mientras que comencemos la rutina y a ver resultados, y que solamente consigamos recolectar la mitad de la mierda estipulada al inicio, entonces, tendríamos esta vez como resultado, el tratamiento de 50 hectáreas. Por otro lado, también podemos hacer el ejercicio exagerando las aplicaciones de mierda fermentada por hectárea: con 4.000 kilos de mierda, preparamos nuevamente 20.000 litros de fermento, esto nos daría para hacer de forma exagerada 20 aplicaciones de 20 litros por 50 hectáreas por año. No olvide, son los cálculos para las aplicaciones de los biofertilizantes foliares, los cuales pueden ser enriquecidos con los sulfatos a la medida de las necesidades emergentes de los cultivos en su fertilización; en ningún momento, esa práctica sustituye otras, las cuales recomendamos para la nutrición, principalmente las indicadas con los diferentes manejos de los suelos con los abonos verdes y orgánicos, coberturas y asociaciones de cultivos, entre otras. Mierda, petróleo y economía: Al fertilizar 50 hectáreas con la mierda fermentada de una vaca, estamos entrando a fastidiar la economía petroquímica de la fertilización altamente soluble de la agroindustria, la cual depende totalmente de la economía y precios del petróleo. Hoy las recomendaciones de la fertilización química por hectárea en un modelo de agricultura industrial impositiva, pueden estar oscilando entre 800 a 1.000 kilos por hectárea; aunque he constatado en Brasil, directamente en el campo, recomendaciones hasta de 2.000 kilos de fertilizante químico por hectárea en algunos cultivos. Volviendo a los cálculos, todo el proceso que envuelve desde la fabricación de una tonelada de fertilizante químico, hasta que llegue a las manos de un agricultor en el campo, esa tonelada de fertilizante químico consume 4 toneladas de energía petrolera. Ahora, haciendo las correlaciones del tratamiento de 50 a 100 hectáreas con biofertilizantes a base de mierda, estaríamos hablando de una economía de 200 a 400 toneladas de energía petrolera.

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